Vamos a por otro plato de verduras al wok, pero esta vez utilizaremos fideos chinos, los famosos «rice noodles».

Estos fideos son de arroz, por lo que son aptos para celiacos, además, son muy ligeros e increíblemente fáciles y rápidos. Lo único que debemos hacer es hidratarlos, es decir, ponerlos a remojo aproximadamente 1/2 hora y ya los tenemos listos!

Pero mejor os cuento en la receta.

Ingredientes (para 4 personas)

• 2 cabezas de brécol
• 8 champiñones enteros (yo utilizo el champiñón «portobello» para esta receta, el oscurito)
• 1 cebolla grande (preferiblemente cebolla roja o morada)
• 1 trozo de raíz de jengibre
• 1 cucharadita de ajo deshidratado o en polvo
• 1 toque de pimienta negra
• 1 chorrito de aceite de oliva vírgen
• 1 chorrito de salsa de tamari o soja
• Aprox. 200 gramos de fideos chinos (fideos de arroz)
• Sal marina integral al gusto

Lo primero, en un cuenco grande metemos los fideos chinos y los cubrimos bien de agua (fría o del tiempo), simplemente los vamos a dejar hidratarse durante al menos 1/2 hora.

Después, pelamos y cortamos la cebolla y el jengibre, en trozos grandes y alargados, echamos un chorrito de aceite de oliva vírgen en nuestro wok y lo vamos dorando a fuego medio.

Mientras tanto, vamos lavando y cortando nuestras cabezas de brécol (brocoli), para que queden vistosas y no muy pequeñas, y las añadimos también al wok. Subimos un poco el fuego y removemos, toque de sal y que se vayan cocinando durante unos 10 minutos, sin olvidarnos de moverlo de vez en cuando.

Ahora aprovechamos para ir lavando y cortando en laminas los champiñones, los reservamos hasta que el brécol esté en su punto.

Echamos un vistazo a nuestro brécol, debería estar en el wok entre 10 y 15 minutos a fuego medio, mientras lo removemos con una cuchara de vez en cuando. Pasado este tiempo, el brécol quedará bien cocinado pero algo «enterito», de aspecto verde intenso y ligeramente braseado. Es el momento de bajar el fuego al mínimo, mezclar con nuestros champiñones bien lavados (sin tierra) y cortados en láminas, y añadir un toque de pimienta negra y la cucharadita de ajo deshidratado. Lo removemos y mezclamos durante 2 minutos e inmediatamente apagamos el fuego.

Es el momento de escurrir nuestros fideos chinos (fideos de arroz), lavarlos bajo el grifo y cortarlos con unas tijeras, ya que son excesivamente largos y finos, y sería difícil mezclarlos y comerlos si antes no los cortamos un poco.

Ya simplemente nos queda echar los fideos al wok junto con el resto de ingredientes y mezclar todo, quedará perfecto simplemente con el calor residual, aunque si se ha quedado frío por cualquier motivo, encendemos el fuego de nuevo y calentamos todo junto.

Por último, añadimos el chorrito de salsa de tamari o soja, volvemos a mezclar todo en el wok, probamos el punto… Y a servir!!!

Ya tenemos un increíble plato de deliciosas verduras crujientes, jugosos champiñones «de pecado» (los «portobello» son mis preferidos) y ligerísimos fideos de arroz, con el toque asiático de los propios fideos, la salsa de tamari (o soja) y el jengibre.

Es fácil y verdaderamente rápido, ideal para una cena, esta receta no os puede dar pereza…

Venga, suerte y ánimo!!!

V&V