Ensaladilla «V» con láminas de manzana

Vamos a preparar una exquisita ensaladilla 100% vegetal, ¡estamos en plena primavera y en plena temporada del guisante!!! Así que prepararemos nuestra ensaladilla con ingredientes ¡frescos y deliciosos! Veréis que gran diferencia de prepararla con ingredientes frescos y de temporada, a comprar una bolsa de ensaladilla congelada … ¡No hay color!!

El guisante, propio de la cuenca Mediterránea y posteriormente extendido a casi todo el mundo, es una legumbre.

Por lo tanto, los guisantes son muy ricos en proteínas y minerales, además, se dice de ellos que ayudan a mejorar la circulación y la salud del corazón, controlan los niveles de azúcar en sangre. Previenen la anemia, fortalecen los huesos, protegen el sistema nervioso y benefician el estado de ánimo. También favorecen el transito intestinal y por ello, ayudan a prevenir el cáncer de colon.

A mí me encantan los guisantes frescos, me los como crudos y después mastico sus vainas extrayendo su jugo, tienen un dulzor especial y melancólico. Me traen muchos recuerdos de mi infancia. En el patio de la casa de mi madre, se nos pasaban las tardes de primavera pelando kilos y kilos de guisantes hasta que caía la noche, muchas veces mi madre se enfadaba y me mandaba a jugar a la calle, porque me comía más guisantes de los que pelaba…

¡Qué suerte haber podido vivir esos momentos! Guardo su imagen a contraluz en una silla de mimbre, con una inmensa palangana llena de guisantes sobre sus rodillas y un cubo a sus pies con las vainas abiertas, qué bien olían…

Pero volvamos a la receta, estamos preparando una ensaladilla!

Ingredientes (para 4 personas):

  • 3 patatas grandes
  • 3 zanahorias
  • Aprox. 250 gramos de guisantes
  • 1 vaso de aceite de girasol de primera presión en frío
  • 1/2 diente de ajo
  • 1 ramillete de perejil fresco
  • 1 chorrito de leche vegetal de avena
  • Zumo de 1/2 limón
  • Sal marina integral al gusto
  • 1 manzana

Nos hacemos con una cacerola de tamaño medio, la llenamos de agua a la mitad, añadimos un puntito de sal y reservamos. Ahora pelamos nuestras patatas y zanahorias, y las cortamos en trocitos, después pelamos las vainas hasta obtener aproximadamente unos 250 gramos de guisantes frescos.

Echamos todos los ingredientes a la cacerola y la llevamos al fuego, tiene que estar aproximadamente unos 20/25 minutos cociendo a fuego lento, con tranquilidad, sin prisas ni hervores agresivos.

Veréis qué delicia y qué impresionante, la patata tierna, la zanahoria ligeramente crujiente y el guisante, será como una explosión de sabor en vuestra boca cuando lo mastiquéis…

Mientras están los ingredientes en el fuego, nos ponemos a preparar nuestra «veganesa» (mayonesa sin huevo), al toque de ajo y perejil.

Echamos en una jarrita para batir, nuestro vaso de aceite de girasol de primera presión en frío, 1/2 diente de ajo pelado, el zumo de 1/2 limón, un chorrito de leche vegetal de avena, el ramillete de perejil picado y un puntito de sal. Y nos ponemos a batir preferiblemente con una batidora de mano.

La veganesa con aceite de girasol emulsiona muy rápido, mantened la batidora a máxima potencia hasta que todos los ingredientes estén bien integrados, probáis el punto, si necesitáis corregir de sal lo hacéis ahora, volvéis a batir unos segundos más y lista nuestra veganesa, ahora a la nevera!!

Para la veganesa no os puedo recomendar el preciado aceite de oliva vírgen, nuestro oro líquido, ya que al ser mucho más denso, no os emulsionará ni cuajará de la forma que necesitamos.

Si la preparáis con aceite de oliva, tendréis que añadirle algún fruto seco, como los anacardos para que llegue a la textura adecuada y hará que el sabor de la ensaladilla sea mucho más fuerte y también nuestra digestión más pesada. Fijaos qué diferencia de color y textura:

El aceite de girasol, aunque no tiene tantas propiedades para el organismo como el aceite de oliva vírgen, también es muy beneficioso, especialmente si nos aseguramos de consumirlo sólo de primera presión en frío (no refinado) y lo tomamos en crudo, como en nuestra veganesa. Es excelente para el funcionamiento del sistema nervioso por su contenido en omega 6, mejora la circulación y ayuda a mantener el corazón sano, y es un gran antioxidante, por lo tanto antienvejecimiento, gracias a su alto contenido en vitamina E.

Así que no os preocupéis, todos los productos de la tierra tratados con cariño y sin elaboraciones agresivas son verdaderos súper alimentos.

… Yo creo que ya es hora de sacar nuestros ingredientes de la cacerola, seguro que ya han pasado 20 minutos, ahora sencillamente los escurrimos y dejamos enfriar a temperatura ambiente.

Una vez que hayan enfriado, los ponemos en una ensaladera o fuente, añadimos sal al gusto, mezclamos, sacamos nuestra veganesa de la nevera y la vertemos sobre los ingredientes, volvemos a mezclar todo hasta que la salsa se haya integrado, probamos el punto (estará para «chuparse los dedos») y ya tenemos nuestra ensaladilla «V», vegana, saludable y deliciosa!!!

Ahora a la nevera un par de horitas para que esté fresquita y perfecta!!

Cuando vayáis a presentar, podéis utilizar un aro de emplatado, os recomiendo que la acompañéis de laminas de manzana y alguna aceituna, el sabor será aún más fresco, además, el dulzor de la manzana contra el toque de ajo de nuestra veganesa harán un maridaje perfecto!!!

¡Mmmmhhh!!! ¡No os perdáis esta ensaladilla!!! Será otro sencillo plato para recordar.

Un abrazo y ¡suerte!

V&V

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