¿Preparamos hoy un repollo diferente? Lo vamos a tomar en crudo, con todas sus vitaminas y enzimas intactas, además, mejoraremos muchísimo nuestra digestión del repollo cuando éste sea en crudo. Ya sabéis que a veces, cuando lo cocinamos, aparte de un olor no muy agradable durante la cocción, puede provocarnos unas digestiones algo «pesadas»…
Cuando lo tomamos en crudo resulta ser todo lo contrario, la digestión es ligera, es más, mientras lo vas comiendo ¡sientes como te llenas de fuerza vital!!! ¡Es increíble!! Hay vegetales que son mejores en crudo y otros que son mejores para cocinar, no tenemos por qué pelearnos ni querer tomar todo crudo o todo cocinado. Yo creo que lo ideal es lo que te pida el cuerpo en cada momento, ya tenemos bastantes reglas que seguir y demasiados porcentajes que aplicar…
En cuanto al repollo, es una de las llamadas verduras crucíferas, también conocidas como verduras de invierno. Pertenecen a esta familia el brécol o brocoli, las coles de Bruselas, la coliflor, col rizada, rábano, lombarda, nabo, berro, etc.
Tiene muchísimas propiedades, es rico en provitamina A (la cual se convierte en vitamina A, un nutriente fundamental para nuestra visión), contiene mucha vitamina C, minerales como el potasio, el calcio y el magnesio, y es muy rico en fibra. También dicen del repollo que favorece la regeneración de las células, purifica el organismo, equilibra el sistema nervioso, alivia los dolores reumáticos, regulariza hígado, intestinos y estómago, elimina parásitos intestinales. También puede prevenir el cáncer, especialmente el de mama. Ayuda al cuerpo a reponerse más rápidamente después del esfuerzo físico, fortalece los huesos, también ayuda a adelgazar y regula las hormonas … otro auténtico milagro de la naturaleza.
Poco a poco os iréis dando cuenta que todos los vegetales, tomados de la forma más natural posible, son verdaderos «superalimentos». Mientras estéis sanos y mantengáis una dieta variada y de temporada, no hace falta ningún extra, ninguna vitamina «muerta» en pastillas, ninguna raíz o fruto de tal o cual país exótico, ningún «polvo mágico liofilizado». La magia es la propia naturaleza de cercanía, la magia hoy es un simple corazón de repollo…
La idea del repollo macerado me vino en la Escuela de cocina de Ana Moreno, para los que no la conozcáis, es una escuela de nutrición y cocina básicamente crudivegana, alimentos vivos. Tenéis una entrada con mi experiencia en la escuela por si os interesa. Allí nos enseñaron varios tipos de ensalada con repollo crudo, entre ellas los famosos macerados de repollo con zumo de naranja y/o limón que preparaban habitualmente, a raíz de éstos me surgió la idea de macerar el repollo con ciruelas. Por cierto que el macerado con zumo de naranja está delicioso, ¡os lo recomiendo muchísimo!!! Se hace de la misma forma que este macerado, simplemente se añade zumo de naranja + zumo de limón y no se le pone la salsa de ciruelas.
Bueno, pues vamos a ello.
Ingredientes:
- 1 corazón de repollo fresco
- Zumo de 1 limón recién exprimido
- Unas 5 ciruelas de otoño
- 1 chorrito de aceite de oliva vírgen
- Sal marina integral al gusto
- 1 manzana
Lo primero, deshojamos nuestro corazón de repollo (o tomamos unas cuantas hojas de un repollo cualquiera, no hace falta que sea el corazón) y lavamos las hojas para empezar a cortarlas en trozos lo más finos posibles. Lo podéis hacer con una mandolina, aunque yo prefiero el corte a cuchillo. Tomáis una hoja de repollo, hacéis con ella un «rollito» y con un cuchillo bien afilado empezáis a cortar muy fino.
Así hasta que terminéis con todas los hojas, las echáis en un cuenco, bandeja o ensaladera que utilizaremos para macerarlo.
Ahora salamos ligeramente, vertemos el zumo de 1 limón recién exprimido y mezclamos muy bien. Después ponemos un chorrito de aceite de oliva vírgen.
Es el momento de lavar nuestras ciruelas moradas, cortarlas en trozos con su piel y triturarlas lo más finamente posible con un mínimo de agua para obtener una crema ligera, muy suave y deliciosa…. Mmmmhhh!!!
Mezclamos inmediatamente esta crema con el repollo, para impregnar más profundamente tanto la crema de ciruelas como el limón, la sal y el aceite en el repollo, podemos utilizar nuestras manos, como si estuviésemos amasando. Vamos apretando e impregnando y lo dejamos bien prensado a reposo durante al menos 1/2 hora.
Pasada la 1/2 hora ya podéis comerlo, aunque idealmente, si lo dejáis reposando en la nevera, bien tapado durante toda la noche, sería lo óptimo.
Ya veréis qué delicia, el repollo ligeramente crujiente, bien impregnado con los sabores del limón y las ciruelas, con aroma de oliva y un toque salado…
Increíblemente delicioso e increíblemente sano!!! Para presentar, cortad la manzana en laminas finas para acompañar este poderoso y enzimático plato, lo podéis tomar como entrante o plato principal, dependerá del hambre que tengáis…
Un abrazo, mucha suerte y adelante, tirad de vosotros mismos hacia adelante, aún en estos tiempos tan confusos, seguid, continuad, no os canséis de vivir ni de soñar…
V&V
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