¡Es tiempo de potajes, sopas y guisos de tradición!!! Y para hoy tenemos un potaje de judiones, supongo que habréis probado más de una vez los Judiones de la Granja, porque si no, os estáis perdiendo una de las mejores legumbres del mundo, así que os urjo a salir a vuestro mercado de barrio o tienda de cercanía para comprar al menos 1 kilito de estas maravillas…
«El Perro Gamberro» ya guardaba la receta desde hace tiempo de otro exquisito guiso de Judiones de la Granja con «orejitas de madera», ahí os contaba la curiosa historia de estas extraordinarias judías y muchas de sus propiedades, por si os interesa echar un vistazo…
Pero lo que hoy os propongo es un potaje diferente, utilizaremos batatas en vez de patatas, quedan gloriosas en los guisos, ya lo comprobaréis, como mantequilla sutilmente dulce que se deshará en vuestra boca, y además de un buen sofrito de base, más sus indispensables espinacas, añadiremos unas alcachofas salteadas al punto de sal, que serán todo un contraste y un deleite para vuestros sentidos mis queridos veganos gastronómicos…
¡¡¡Mmmmhhhh!!! Llenaréis vuestros sentidos de plenitud armoniosa: deliciosos sabores para vuestro gusto, suavidad y ternura para vuestro tacto, apetecibles aromas para vuestro olfato, vivos colores y formas perfectas para vuestra vista, finalizando con los crujidos, chasqueteos y tintineos de cuchara para vuestro oído…
Pues vamos a empezar compañeros…
Ingredientes (para 4/6 personas):
- Aprox. 250 gramos de Judiones de la Granja (en seco)
- 2 batatas de tamaño medio
- 5 alcachofas
- 1 cebolla
- 1 puerro
- 2 zanahorias
- 5 dientes de ajo
- 4 tomates maduros
- Aprox. 150 gramos de hojas frescas de espinaca
- 1 pimiento choricero seco (también os serviría 1 ñora)
- 2 hojas de laurel
- 1/2 cucharadita de cominos
- 1/2 cucharadita de anisetes
- 1/2 cucharadita de romero
- 1/2 cucharadita de cúrcuma
- 1 cucharadita de orégano
- 2 clavos de olor
- 2 cucharaditas de pimentón dulce
- 1 cucharadita de hierbabuena seca o unas hojas frescas
- 1 toque de canela
- 1 cucharadita de azúcar integral de caña o panela
- Sal marina integral al gusto
- 1 buen chorro de aceite de oliva vírgen
- 1/2 cucharadita de bicarbonato
¿Ya lo tenéis todo? Entonces ya estamos listos para comenzar…
Lo primero, primerísimo para hacer un guiso con legumbres, es recordar dejarlas a remojo desde la noche anterior, deben pasar la noche «durmiendo» en agua fría con 1/2 cucharadita de bicarbonato, así conseguiremos hidratarlas correctamente, purificarlas y eliminar los inhibidores enzimáticos, como os he comentado anteriormente en más de una ocasión…
Al día siguiente, nos ponemos con el sofrito… en una cacerola de buen tamaño u olla rápida (siempre recomiendo cocinar en cacerola a fuego lento, pero si no tenéis mucho tiempo la olla es una buena alternativa), vertemos un buen chorro de aceite de oliva vírgen y lo ponemos a calentar a fuego bajito. Mientras tanto, vamos pelando y picando los dientes de ajo y los añadimos a la cacerola, después hacemos lo mismo con el puerro, la cebolla y las zanahorias.
Damos un toque de sal para que el sofrito comience a «sudar» …
Y mientras se van pochando el puerro, ajo, cebolla y zanahorias, lavamos y cortamos nuestros tomates en dados.
En el momento que tengamos la base de nuestro sofrito bien pochada, más oscura y blandita como en la foto
Añadimos los tomates troceados…
Y con los tomates, agregamos otro toque de sal y 1 cucharadita de azúcar integral de caña o panela para corregir la acidez…. dejamos que se cocine todo a fuego medio-bajo hasta que el tomate esté casi deshecho.
Ahora vamos pelando y troceando las batatas, procurando cortarlas en trozos bastante grandes, ya que son más blandas que los judiones y nuestra intención es que parte de ellas se deshagan para engordar el caldo, pero que no se deshagan por completo…
Una vez troceadas, las echamos a la cacerola y mezclamos con el sofrito.
Ha llegado el momento de escurrir los judiones, desechar el agua de remojo y lavarlos bien para añadirlos a nuestra cazuela…
Mezclamos los judiones con las batatas y el sofrito de base
Añadimos aproximadamente 1 litro de agua y a continuación las especias: 2 hojas de laurel enteras, 1/2 cucharadita de cúrcuma, 1 cucharadita de orégano, 2 cucharaditas de pimentón dulce, hierbabuena y 1 toque de canela.
Aparte en un mortero machacamos los cominos, los anisetes, el romero y los clavos para añadirlo también.
Finalmente, machacamos el pimiento choricero seco o la ñora en el mismo mortero y lo echamos todo a la cacerola…
Añadimos otro punto de sal, tapamos, y habrá de estar cociendo a fuego medio durante al menos 2 horas…. si lo hacemos en olla rápida, cerramos herméticamente, subimos la potencia y esperamos a que comience a expulsar vapor fuerte por su válvula. En ese momento bajamos de nuevo el fuego, esperamos unos 25 minutos y estará listo.
Recordad si lo cocináis en cacerola, nunca olvidaros de ella, y removed de vez en cuando, procurando que no se quede sin agua…
Como tenemos tiempo de sobra, vamos a saltear nuestras alcachofas con toda tranquilidad…
Como siempre, cortamos los tallos y retiramos las dos primeras capas de hojas más duras, recortamos las puntas y listas…. ¡¡fijaos qué delicia de alcachofas frescas de Tudela!!!
Ahora cortamos primero en mitades verticalmente, y vamos haciendo la mitad de las mitades con todas las alcachofas, unas 5 unidades serán suficientes.
Tomamos una sartén, añadimos 1 chorrito de aceite de oliva vírgen y lo llevamos al fuego, cuando esté caliente, añadimos las alcachofitas troceadas…
Agregamos nuestro punto de sal, si puede ser de sal gorda mejor que mejor, para crear un buen contraste con la batata dulce…
Una vez que estén tostaditas, apagamos el fuego y reservamos.
Y nos vamos a mirar qué tal va nuestro guisito… ¡Ñam!!! Tiene que tener un olor exquisito a estas alturas…
Echamos un vistazo, probamos, corregimos de sal, azúcar o especias si fuese necesario y si ya están los judiones suficientemente tiernos, retiramos del fuego, añadimos las alcachofas salteadas y las hojas de espinaca bien lavadas…
Mezclamos, tapamos y dejamos reposar unos minutos para que se atemperen las espinacas y se mezclen todos los sabores sólo con el calor residual…
Pues ya tenemos nuestro guiso preparado, ¡ahora a disfrutarlo!!!
¡No os vais a poder creer lo bueno que está!!!
Ya me contaréis… y por favor recordad que si no tenéis alguna especia o ingrediente, simplemente lo suprimís o lo cambiáis por otro del que dispongáis. Las recetas «gamberras» son guías para que no os falten ideas veganas en la cocina. Adaptad las recetas a vuestros gustos, a la temporada y a vuestros ingredientes de cercanía.
Un abrazo enorme compañeros.
V&V
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