¡Hola compañeros! Ya estoy de nuevo por aquí y vengo con unas croquetas extraordinarias, ¡¡¡no habéis probado nada igual!!! Son impresionantes y por supuesto veganas (100% vegetales)…

Esta vez vamos a preparar unas croquetas caseras en base a una harina integral de avena, en vez de la más común, que es la harina refinada de trigo. Además vamos a añadir a esa deliciosa bechamel de avena trocitos de manzana, pasas y nuestro ingrediente estrella, queso azul, que no será otro que nuestro ya conocido queso curado con espirulina, para los que no lo conozcáis, podéis encontrar la receta en el blog y os lo recomiendo muchísimo, es fabuloso: curado, fuerte, aromático… como debe ser un buen queso azul…

La suavidad y delicadeza infinita de la bechamel de avena, mezclada con el sabor intenso del queso azul, en contraste con la jugosidad de la manzana y el dulzor de las pasas, van a conseguir que estas croquetas sean toda una experiencia para vuestros sentidos….

Y además completamente libres de crueldad, abuso, explotación y enfermedad, porque se puede disfrutar de otra forma, porque verdaderamente es posible vivir de otra manera…

Seguidme, que os cuento…

Ingredientes (para unas 20 croquetas):

• 6 cucharadas soperas de harina integral de avena
• 1 litro de leche de avena
• 1/2 manzana fresca y durita
• Aprox. 20 gramos de uvas pasas (1 puñado)
• Aprox. 100 gramos de queso curado con espirulina
• Aprox. 1 taza de aceite de oliva vírgen
• 2 cucharadas de pan rallado
• sal y pimienta negra al gusto

Pues eso es todo compañeros, ingredientes naturales y sencillos…

Si no os apetece o no tenéis tiempo de hacer el queso azul con anterioridad (os lo recomiendo muchísimo), siempre podéis utilizar cualquier queso vegano que os guste, afortunadamente ya tenemos donde elegir…

En fin… lo primero será preparar nuestra bechamel de avena, para ello, como para cualquier bechamel, ponemos a calentar la leche (recordad ésto que es importantísimo para que después no se os formen grumos) y la mantendremos caliente a fuego medio todo el tiempo mientras hacemos la bechamel.

En una sartén grande, añadimos un chorrito de aceite de oliva vírgen y lo llevamos al fuego, cuando esté ligeramente caliente, añadimos las 6 cucharadas de harina de avena y mezclamos bien con el aceite, procurando que la harina se nos cocine y se dore mínimamente.

Cuando ya esté un poquito dorada (un par de minutos) empezamos a añadir la leche caliente, muy poco a poco, mientras no paramos de remover para ir formando la bechamel homogéneamente y sin grumos…

Por la consistencia de la misma os iréis dando cuenta de la cantidad de leche que necesita, aunque con 1 litro bastará… esta bechamel nos debe quedar un poco compacta en sartén puesto que la avena es mucho más suave y cremosa que el trigo, y es muy fácil que la croqueta se deshaga si no formamos una bechamel compacta. Por ello hay que añadir 6 cucharadas soperas de harina, lo que «a priori», suena exagerado para unas croquetas tradicionales…

Poned vuestro punto de sal y pimienta negra… mezclad bien y apagad el fuego.

Ahora troceamos la mitad de la manzana, las pasas y el queso…

Y por supuesto, lo agregamos todo a la bechamel…

Mezclamos bien y lo pasamos a una fuente o recipiente para que se enfríe

Cuando se enfríe lo tapamos con film de cocina y a la nevera hasta el día siguiente, debe reposar en frío al menos 12 horas.

Al día siguiente, formamos nuestras croquetas a la manera tradicional con nuestras manos, y las rebozamos directamente con el pan rallado, sin necesidad de más…

Una vez tengamos formadas todas nuestras croquetas, ya os digo que para estas cantidades os saldrán unas 20 unidades, hemos de volver a la nevera con ellas, al menos unas 4 horas para que endurezcan y se asienten totalmente.

Y ya la última fase, pasarlas por la sartén, con aceite bien caliente… Echamos aproximadamente 1 taza de aceite en una sartén pequeña, y lo calentamos primero.

Una vez nos hayamos asegurado que el aceite esté bien caliente, ligeramente humeante, vamos añadiendo las croquetas, aproximadamente un par de minutos por cada lado…

Y las vamos sacando sobre papel absorbente para que no queden excesivamente grasas…

Así, freímos todas, con cuidado, paciencia y como máximo de 2 en 2 para darles espacio y evitar que se puedan pegar unas con otras o deshacer…

Ahora sencillamente esperamos unos 5 minutos para que el papel haya absorbido el exceso de aceite y … ¡¡¡a disfrutar!!!!!

Una delicia auténtica compañeros, ¡una receta para el disfrute total!!! Ya me contaréis…

Un abrazo y suerte

V&V