Muy buenas compañeros, por fin es viernes, viernes de primavera, y aunque todavía fría y lluviosa, sigue siendo primavera, todo se llena de luz y la noche regresa muy tarde, tan tarde que muchas veces los niños ya están durmiendo cuando ésta llega…
A mí todavía me apetece una crema calentita estos días, espesa, consistente, de esas que asientan el estómago, se degustan largamente y satisfacen cuerpo y alma.
Por cierto, en el apartado “Sopas y Cremas“ de este blog, podréis encontrar otras cremas deliciosas, por si gustáis de atemperar más de un día y variar toda la semana.
Y cuanto más sencilla, más deliciosa… como ésta de calabacín, la gran clásica vegetariana, la reina de las cremas de verduras, la que preparáis en vuestra casa y la que han cocinado vuestras madres durante años…
Rápida, sencilla, saludable y deliciosa… Además es tan versátil que os servirá como acompañamiento, a modo de salsa y seguirá siendo exquisita tanto en frío como en caliente…
Seguidme que os cuento como preparo mi crema de calabacín…
Ingredientes (para 4/6 raciones):
- 2 calabacines grandes
- 2 patatas pequeñas
- 3 dientes de ajo
- 1 cebolleta
- 1 puerro
- 1 puñadito de hojas de espinaca
- 1 chorrito de aceite de oliva vírgen
- 1/2 cucharadita de pimentón dulce
- 1/2 cucharadita de canela
- 1 toque de pimienta negra
- Sal marina al gusto
Pues bien, lo primero vamos a hacer un sofrito con los dientes de ajo, la cebolleta y el puerro, como base de nuestra cremita para que tenga ¡¡un sabor extraordinario!!!
Echamos el chorrito de aceite de oliva en una cacerola y la ponemos a fuego bajito, mientras se va calentando, pelamos y laminamos los dientes de ajo y los echamos dentro.
Subimos el fuego un par de puntos y esperamos a que se dore. Retiramos la primera capa tanto de la cebolleta como del puerro, los troceamos y los agregamos a la cacerola junto con el ajito. Mantenemos a fuego medio durante unos minutos, removemos de vez en cuando hasta que veamos todo bien pochado y ligeramente tostado.
Ahora pelamos y troceamos las patatas y las añadimos a la cacerola, mezclamos y permitimos que se impregnen bien con el sofrito y se vayan marcando.
Mientras tanto, lavamos bien nuestros calabacines, los troceamos (con su piel) y los añadimos también.
Mezclamos, ponemos nuestro punto de sal y permitimos que se sofría todo durante unos 5 minutos a fuego fuerte, procurando que no se pegue en ningún momento.
Por último, vertemos 1 vaso y 1/2 de agua, añadimos las hojas de espinaca, el pimentón dulce, la canela y la pimienta negra. Bajamos el fuego casi al mínimo y dejamos que cueza a fuego lento entre 10 y 15 minutos.
Una vez transcurrido este tiempo, debería tener un aspecto similar a la siguiente foto:
Ya sólo nos queda triturarlo hasta conseguir una crema muy fina y equilibradamente espesa.
Probamos, corregimos de sal si fuese necesario y… ¡lista para disfrutar esta cremita espectacular!! ¡Ya veréis qué saborazo!!!
Para decorar quedan muy bien algunas semillas, yo he puesto unas semillas de chia, pero también podéis poner sésamo blanco o negro, lino, alguna ramita fresca, en fin, lo que se os ocurra… Y para presentar, utilizad platos, cuencos, cazuelitas o incluso vasos, como podéis ver en las fotos… compañeros ¡imaginación!!!
Espero que os guste, disfrutadla mucho y pasádlo siempre bien.
¡Un abrazo enorme!!
V&V
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