¡Muy buenas compañeros!!! De nuevo por aquí y ya en mayo… y en mayo ya se sabe, «mayeando»… unos días frío, otros días calor, lluvias torrenciales, sol abrasador, chispeo, nublados, y a veces todo en un mismo día, pura primavera en marcha hacia el verano…
Hoy vamos a preparar unas albóndigas en salsa; riquísimas, sabrosas, satisfactorias, otro guisito para mojar pan y reconfortarse…¡Mmmmhhh!!!
Además la peculiaridad de éstas, aparte de ser por supuesto veganas (100% vegetales), es que no están elaboradas en base a seitán (gluten de trigo principalmente), ni derivados de la soja, como la soja texturizada, tofu, tempeh, etc.
No es que esté en contra de estos productos, como os he comentado extensamente en entradas anteriores, como por ejemplo la de los «Choriveganos 2.0«, pero NO debemos basar nuestra alimentación en ellos. Primero por salud, nuestro cuerpo necesita vegetales frescos y variados, y segundo por aburrimiento y tristeza… teniendo tanta variedad de legumbres, cereales, hortalizas, bayas, frutas, raíces, verduras en general, frutos secos y semillas… sería un pecado gustativo y culinario no aprovechar estas delicias para preparar nuestros platos….
A mí personalmente me encanta hacer hamburguesas, filetes rusos y albóndigas como éstas, basadas en diferentes legumbres crudas, más verduras, especias y cereales o harinas, tipo «Faláfel«, con ello he obtenido los mejores resultados de sabor y textura para este tipo de preparaciones.
Estas albóndigas, algo exóticas, las prepararemos en base a lenteja roja y tapioca. La lenteja roja, que en realidad es naranja, es mucho más ligera, menos calórica y más digestiva que nuestra lenteja más común, la Pardiña, y su tamaño es muy similar. Son unas lentejas tan tiernas de por sí que no necesitan remojo previo si se las va a cocinar, son de cocción muy rápida, en menos de 10 minutos están listas y tienden a deshacerse, por lo que principalmente se utilizan para cremas, sopas e incluso patés.
En cuanto a la tapioca, es la fécula extraída de la yuca o mandioca, un tubérculo similar a la patata originario de Brasil y Paraguay. La tapioca es un alimento muy energético con el que se preparan principalmente «puddings», sopas y papillas. Destaca por estar totalmente libre de gluten por lo que es ideal para los celiacos e intolerantes, y por su extraordinaria textura glutinosa.
¿Os he convencido? Pues seguidme que os cuento como preparo estas deliciosas albóndigas en salsa, veganas y aptas para celiacos.
Ingredientes (para unas 20 albóndigas):
- Aprox. 250 gramos de lentejas rojas
- 2 cucharadas soperas de harina de tapioca
- 2 dientes de ajo
- 1 cebolla blanca dulce o cebolleta
- Perejil fresco
- 2 cucharaditas de pimentón de la Vera
- 1 cucharadita de cúrcuma
- 1/2 cucharadita de cominos machacados o molidos
- 1/2 cucharadita de canela
- Sal marina y pimienta negra al gusto
- 2 cucharadas soperas de pan rallado (opcional para los no celiacos)
- 1 chorrito de aceite de oliva vírgen
Lo primero vamos a poner a remojo nuestras lentejas tan sólo 1/2 hora, con este tiempo será más que suficiente para que después las podamos triturar en crudo.
Una vez pasado el tiempo correspondiente las lavamos y escurrimos muy bien.
Y nos ponemos a triturarlas, con una sencilla batidora de mano será más que suficiente.
Una vez bien trituradas y habiendo obtenido una pasta o masa muy espesa y homogénea.
Pelamos y picamos lo más finamente posible los dientes de ajo, la cebolla y el perejil.
Mezclamos con la pasta de lentejas, añadimos las especias y la sal.
Volvemos a mezclar muy bien toda nuestra masa y añadimos la harina de tapioca.
Integramos totalmente la tapioca que ademas de absorber la humedad que pudiese haber, creará consistencia y dará textura a nuestras albóndigas.
Pues ya es el momento de ponernos a darles forma, para conseguir que estén más doraditas y crujientes por fuera las podemos rebozar con pan rallado, pero tened en cuenta que si lo hacéis así ya no serán aptas para celiacos.
Con la cantidad de masa que quepa en una cuchara sopera no muy colmada, redondeamos con la palma de nuestras manos hasta obtener la forma deseada, un consejo, no comprimáis demasiado la masa.
Y así, de una en una, vais formando las albóndigas hasta acabar con toda la masa, como os he comentado antes, para estas cantidades os saldrán unas 20 unidades.
Ahora es el momento de dorarlas en la sartén, echamos un chorrito de aceite de oliva y la llevamos al fuego. Cuando esté caliente pero no en exceso y manteniendo la potencia a fuego medio durante todo el proceso, ponemos nuestras albóndigas una a una.
Y las freímos, dejándolas un par de minutos por cada lado. No queremos cocinarlas del todo, por ello es importante que únicamente las doremos con poco aceite y que el fuego no esté demasiado fuerte para que no se rompan.
Una vez hayan pasado todas por la sartén, las dejamos reposar sobre papel absorbente.
Es el momento de ponernos con nuestra salsa, están deliciosas de dos formas, en una sencilla salsa verde con guisantes o bien en salsa de tomate tipo «marinara» a la «gamberra».
Esta vez las vamos a preparar en la salsa de tomate.
Ingredientes:
- 5 o 6 tomates maduros
- 1 cebolla
- 1 puerro
- 4 ó 5 dientes de ajo
- 1 cucharada sopera de orégano seco (si lo tenéis fresco mejor)
- 1 cucharada sopera de albahaca seca (si la tenéis fresca mejor)
- 2 cucharaditas de pimentón de la vera
- 1 chorrito de salsa de soja
- 1 chorrito de aceite de oliva virgen
- 1 cucharadita de azúcar integral de caña o panela
- Sal marina y pimienta negra al gusto
Pues bien, nos hacemos con una cacerola bastante grande, recordad que en esta salsa hemos de añadir todas las albóndigas… Y echamos un buen chorro de aceite de oliva vírgen.
Lo primero pelamos y picamos finamente los dientes de ajo
Y a la cacerola para que se vayan dorando, después nos ponemos con la cebolla y el puerro, cuando estén bien picaditos los añadimos a la cacerola. Agregamos sal, la cucharadita de azúcar o panela y dejamos que se doren hasta que esté todo bien tostado y pochadito. Entonces lavamos y cortamos nuestros tomates en dados, y los echamos también a la cacerola junto con las especias.
Bajamos el fuego, esperamos a que el tomate se deshaga y se integre todo bien removiendo de vez en cuando.
Vertemos un chorrito de salsa de soja, probamos y corregimos de sal y azúcar si fuese necesario… ¡¡ya tenemos nuestra salsa!!!
Ahora el último paso compañeros, vamos poniendo con cuidado nuestras albóndigas dentro de la salsa, agregamos aproximadamente 1 vaso de agua y finalmente dejamos que cueza todo juntito entre 20 y 30 minutos a fuego lento.
Y este es el resultado… unas albóndigas de «rechupete»
Ya sé que es un plato bastante elaborado, pero ¡¡¡merece la pena!!!
Ya me contaréis… y como siempre un abrazo enorme y a disfrutar…
V&V
Fabulosa esta receta. Mañana mismo tengo invitados y la haré. Ya te diré cómo queda! A mí no me gustan mucho lo típico, la soja y el tofu y también busco estas alternativas.
Gracias,
Vegameiga
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Gracias por tu comentario Isabel, espero que te guste y te salga muy rica.
Un abrazo.
V&V
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Buenísimas!! Gracias por la receta!!
Aunque no se me de muy bien la cocina y no he encontrado la harina de tapioca y he usado de avena, me han quedado un pelín secas pero estaban buenísimas…😋
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Me alegro muchísimo que te hayan gustado, para la próxima vez, si no encuentras harina de tapioca, los mejores sustitutivos son la harina de arroz y la fécula de patata, también puedes mezclar la pasta de lenteja con granos de arroz cocido.
Un abrazo.
V&V
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Genial, así lo haré! Gracias!😉
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