Muy buenas compañer@s,
Aquí os traigo otra recetilla de las tradicionales, de las de toda la vida, de las que comíamos en nuestra infancia para merendar acompañadas de una onza de chocolate. Seguro que las habéis probado alguna vez, además estas tortas sevillanas, también llamadas comúnmente tortas de aceite, son ya de por sí VEGANAS de origen… y por supuesto, sencillas y deliciosas…
Os cuento un poquito sobre esta receta, es de las inmemoriales, tan antigua que se desconoce su origen, aunque los estudios apuntan a la repostería árabe y judía, como tantos otros platos tradicionales de nuestra extensa y diversa gastronomía.
Para que tengáis conocimiento de la antigüedad de esta receta y de su popularidad desde hace siglos, estas tortas son nombradas en «El Quijote» («El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha») de Miguel de Cervantes, a primeros del siglo XVII y también en la famosa narración «La vida del pícaro Guzmán de Alfarache» de Mateo Alemán a finales del XVI.
Así que si os animáis a prepararlas en casa, vais a dar auténticos «bocados de historia»…
¿Os apetece hacerlas? Pues seguidme que os cuento…
Ingredientes: (para 10/12 unidades)
- Aprox. 200 gramos de harina de todo uso (la harina que encontráis en todas partes)
- Aprox 12 gramos de levadura fresca (levadura de panadero)
- Aprox. 100 ml. (1 vasito de vino) de AOVE (aceite de oliva vírgen extra)
- Aprox. 100 gramos de azúcar (a vuestro gusto, blanca o integral)
- 1/2 cucharadita de sal marina
- La piel de una naranja (quitando toda la parte blanca interior)
- 4 clavos de olor
- 1 cucharada sopera de anisetes
- 1 cucharada sopera de sésamo (ajonjolí)
- 1 chorrito de licor de anís dulce
- 2 cucharadas soperas de azúcar integral (morena) o panela en grano para decorar
Pues bien, si ya lo tenemos todo, nos ponemos a preparar nuestras exquisitas tortas de aceite, para ello, lo primero que vamos a hacer es perfumar nuestro aceite. Ponemos el vasito de AOVE en un cacito con la piel de naranja y los clavos para llevarlo al fuego, a temperatura media y sin que en ningún momento llegue a hervir y ahí lo mantenemos entre cinco y diez minutos.
Mientras tanto, en un cuenco grande ponemos la harina y el azúcar, mezclamos bien y hacemos un volcán en el centro, donde vertemos aproximadamente 50 ml. (un chorrito generoso) de agua templada y en ese «charquito» que hemos formado, deshacemos la levadura con nuestros dedos, tapamos con un paño de cocina y dejamos reposar aproximadamente 10 minutos.
No se nos olvide retirar del fuego nuestro aceite perfumado, una vez fuera de fuego, pero con el aceite bien caliente añadimos los anisetes para se infusionen junto con la piel de naranja y los clavos.
Si han pasado ya los 10 minutitos, vamos a ver como está nuestra levadura, seguramente estará activada y en proceso de fermentación gracias al agua templada y el descanso que le hemos dejado…
Ahora mezclamos bien la harina y el azúcar con la levadura…
Y seguidamente vamos añadiendo 1 chorrito de anís y aproximadamente 1/2 vasito de agua (o menos), muy poco a poco, para no pasarnos y que la masa no nos quede luego demasiado húmeda…
Llega el momento de dejar reposar esta mezcla entre 10 y 15 minutillos…
Una vez pasado este tiempo, enharinamos nuestra superficie de trabajo y nos ponemos a trabajar la masa durante 10 minutos, para volver al reposo otros 10 … Por favor, recordad siempre que dejemos la masa a reposar, taparla con un paño o film transparente.
Después del reposo, veremos que la masa ya empieza a fermentar y a aumentar su tamaño, volvemos a trabajar la masa, esta vez añadimos la 1/2 cucharadita de sal marina, el sésamo, y poco a poco, según amasamos para que vaya absorbiendo, el aceite perfumado con los anisetes, habiendo retirado previamente la piel de naranja y los clavos…. Amasamos el tiempo que sea necesario para que se integren bien el aceite y las semillas.
Después, volvemos al reposo, esta vez que sea de un par de horitas para que nuestra masa fermente totalmente, idealmente, selláis con film transparente o metéis la masa en un envase hermético y a dormir a la nevera hasta el día siguiente, si el tiempo no es caluroso, la podéis dejar toda la noche a temperatura ambiente…
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Después de un mínimo de dos horas de fermentación o al día siguiente, de nuevo enharinamos nuestra superficie de trabajo y vamos haciendo bolitas con la masa, con estas cantidades os saldrán entre 10 y 12 unidades.
Primero aplastamos y damos forma con las manos, para seguidamente ir pasando nuestro rodillo hasta dejarlas lo mas planas posibles, finísimas, como hojas de papel… Y las vamos colocando sobre papel de horno, por último espolvoreamos azúcar integral o panela sobre cada torta… así lo hacemos con todas las bolitas cada vez, hasta terminar…
… Y ya, nos vamos directamente al horno (precalentadlo unos 20 minutos a 200ºC), serán unos 15 minutos por cada hornada, a 150ºC de temperatura arriba y abajo, una recomendación, poned la bandeja cerca de la parte de arriba (la parte del «grill») para que se nos doren bien y estén más apetecibles…
Cuando las saquemos, tened en cuenta que estarán esponjosas y blanditas, no hay problema, así tiene que ser, cuando se vayan enfriando irán tomando la textura crujiente que buscamos… atención, crujiente… no dura…
Y el resultado, será muy parecido a este…
Pues esto es todo, ahora a disfrutar, no son nada complicadas y los resultados son siempre, siempre, espectaculares… sólo necesitáis un poquito de paciencia para la fermentación y el reposo de la masa, por lo demás, sin problemas….
Animáos y preparad estas tortas sevillanas, las vais a disfrutar de nuevo como niñ@s…
Un abrazo enorme, pronto nos vemos…
V&V