Vamos a preparar un riquísimo y sencillo bizcocho vegetal, si os animáis, ya veréis qué sabor más fresco y delicioso, qué jugoso queda por dentro y qué aroma a mandarina y zanahoria!!!

Ingredientes (para un bizcocho de merienda familiar):

• Aprox. 1/2 kilo de harina (de vuestra preferencia)
• 2 tazas de azúcar integral de caña
• 1/2 cucharadita de sal marina integral
• 2 cucharaditas de levadura de repostería
• 4 zanahorias
• 6 mandarinas
• 1 cucharada sopera de semillas de amapola
• 1 cucharada sopera de semillas de sésamo negro
• 1 chorrito de aceite de oliva vírgen

Pues empezamos mezclando en un «bowl» o cuenco grande los ingredientes secos, es decir, la harina, el azúcar, la sal, la levadura y las semillas.

Por otro lado, pelamos y troceamos nuestras zanahorias y mandarinas, y echamos todo en nuestra batidora con un poco de agua, más o menos un vaso. Lo batimos todo muy bien, durante algunos minutos, hasta que nos quede una crema espesa, de un color naranja intenso y brillante … y de un aroma dulce y fresco!

Cuando ya tenemos nuestra crema cruda de mandarina y zanahoria, la vertemos en el «bowl» con los ingredientes secos y vamos mezclando con cuidado, poco a poco y muy bien durante algunos minutos, hasta que se integren todos los ingredientes y se forme una masa muy húmeda, de color naranja suave y con las «pintitas» negras de nuestras semillas.

Por último, añadimos un buen chorro de aceite de oliva vírgen y lo integramos perfectamente en la masa, volviendo a mezclar con la ayuda de una cuchara o lengua de cocina.

Ahora elegimos un molde o bandeja de «pyrex» y la pincelamos con aceite de oliva para que después podamos desmoldar con facilidad o la cubrimos con papel de horno.

Y vertemos el contenido de nuestro «bowl» sobre el molde uniformemente.

Para finalizar, cortamos unas rodajas de mandarina y las ponemos por encima de la masa para decorar y listo para el horno!!!

Introducimos nuestra bandeja o molde en el horno a una temperatura en torno a 160º (grados centígrados) durante al menos 60 minutos, recordad que es un bizcocho grande y ha de hacerse bien por dentro …

Cuando lo saquéis, introducid primero un palillo para ver si está bien hecho por dentro. Lo notareis inmediatamente, cuando veáis el palillo seco está hecho, si el palillo sale demasiado húmedo y con restos de masa pegada, necesitará más tiempo.

Ya sólo nos queda esperar a que se enfríe, desmoldar, presentar en una bandeja y a disfrutar de una merienda o desayuno ideal.

Un consejillo, si tenéis alguna crema de queso, de almendra o anacardo, no dudéis en servir un trozo de este bizcocho, con un poco de crema de queso por encima, ¡está de impresión!!!, con ese contraste dulce (pero no en exceso) del bizcocho y ese sabor saladito, ligeramente ácido y fermentado de nuestras cremas de queso vegetal… Mmmhhh!!!

También está increíble con una crema espesa de chocolate y/o helado!!!!

Ya me contaréis ….

Un abrazo y suerte!!!

V&V