Crema de lenteja roja con calabacín y boniato

¡Muy buenas compañer@s! Ya estoy por aquí con otra receta sencilla, rápida, nutritiva, deliciosa y por supuesto 100% vegetal ¿Habéis probado alguna vez la lenteja roja?…

Pues son unas lentejas muy interesantes, tienen unos valores nutricionales parecidos al de cualquier otra lenteja, pues proporciona hidratos de carbono, proteínas, fibra, vitaminas, minerales, pero además hay que destacar su muy bajo contenido en grasas.

Las lentejas rojas son del todo recomendables para las personas que sufren de problemas digestivos, pues al no tener piel facilitan enormemente la digestión. No requieren de remojo previo, además son muy «blanditas» basta con cocerlas 5 minutos y ya estarán listas para su consumo. Son ideales para preparar patés y cremas como la que aquí os presento.

Ingredientes (para 4 personas):

  • 4 ó 5 dientes de ajo
  • 1 cebolla
  • 1 puerro
  • 1 zanahoria
  • 3 calabacines
  • 1/2 boniato (1 entero si es pequeño)
  • 6 puñaditos de lenteja roja (aprox. 200 gramos)
  • 1 buen chorro de aceite de oliva vírgen
  • 1 cucharadita de albahaca seca (si es fresca unas hojas)
  • 1 cucharadita de romero seco (si es fresco 1/2 ramita)
  • Sal marina al gusto
Ingredientes crema de lenteja roja @elperrogamberro

¿Ya tenemos todos los ingredientes? Pues comenzamos, seguidme que os cuento…

Lo primero, echamos un buen chorro de aceite de oliva en nuestra cacerola, pelamos y laminamos los dientes de ajo y nos ponemos a dorarlos a fuego vivo. Mientras se están dorando ligeramente (no dejéis nunca que el ajo se queme porque amarga), vamos pelando y troceando la cebolla, el puerro y la zanahoria. Ponemos todo en la cacerola con un punto de sal para que las verduritas empiecen a «sudar», y sofreímos durante unos minutos hasta que esté bien pochado.

Ahora lavamos y troceamos los calabacines con piel para añadirlos a nuestra base, vamos a mezclar bien y dejamos que se sofría todo junto durante un par de minutos.

Es el momento de pelar y trocear el medio boniato, con esta cantidad conseguimos el equilibrio, ya que obtendremos una crema espesita, pero a la vez ligera por la frescura que le aporta el calabacín, también untuosa, suave y sabrosa, con unos matices espectaculares y un punto tenue de dulzor al final, proveniente del boniato, que la realza y consigue un todo exquisito, el sabor en conjunto os va a enamorar… Recordad por favor que con un boniato (grande) entero sería demasiado dulce.

Como iba diciendo, añadimos el boniato troceado a la cacerola y mezclamos bien con la base de nuestra crema.

El paso siguiente es cubrir con agua, bajar el fuego, añadir las lentejas, la albahaca, el romero, sal al gusto y dejamos que cueza hasta que el boniato y el calabacín estén tiernos…

No os vayáis muy lejos, porque tendremos todo listo en unos 15 minutillos, veréis como la lenteja se hace rápidamente y se rompe, es como si se deshiciera, es lo normal en la lenteja roja, no os preocupéis, mantenédlo todo al fuego removiendo de vez en cuando hasta que el calabacín y el boniato estén bien cocidos.

Una vez cocido nuestro guisito, con las lentejas rotas y todo en su punto, sencillamente nos ponemos a triturar…

Triturad la crema con paciencia, que quede muy muy fina, casi emulsionada, que vaya adquiriendo textura y espesor mientras trituramos. No olvidéis probar el punto de sal por si hubiese que corregir…

Un consejo, no retiréis nada de caldo, pues esta crema requiere de reposo para espesar y si le quitamos caldo, después podría quedar demasiado firme.

Y ahora a reposar, mínimo unos 15 minutos, después removéis, servís y a disfrutar, degustar, oler, paladear y tragar… es una delicia para los sentidos, además de ser altamente nutritiva, ligera y muy completa.

Como os vengo diciendo éstas últimas semanas a través de las redes, esta crema me tiene enamorada, ya se ha convertido en una de mis favoritas, así surgen las cosas más geniales, sin pensarlas demasiado, con unas lentejas rojas que me habían regalado, mezcladas con calabacín que es muy versátil, jugoso y ligero, y añadiendo boniato de temporada, menos denso que la patata y con ese punto de suavidad y dulzor tan maravilloso…

Tenéis que prepararla, ya veréis que tardáis poquísimo y es súper fácil, ¡Ah! otro consejo, si podéis esperar, dejadla preparada de un día para otro, porque como todos los guisos, creará más cuerpo y sabor con el reposo… ¡Entonces será una fiesta para el paladar!!! Acompañadla de algunas semillas, hojas frescas y por supuesto, que no se olviden unos encurtidos, que ya son marca de la casa para acompañar nuestros guisos de legumbres, ese contraste será un punto chispeante y fresco, un choque de sabor con nuestra crema…

Pues nada más compañer@s, que os guste mucho, que la disfrutéis mucho, y que os nutra hasta el alma…

Un abrazo enorme y hasta la próxima.

V&V

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